Maritza Ortiz
Maritza Ortiz inició su viaje musical desde niña cuando descubrió la guitarra y el piano con la ayuda de su papá. A la edad de doce años asistió a una escuela secundaria especializada en música y artes, y su amor por la creación musical realmente despegó. A los trece años descubrió el violín y quedó tan inspirada que se enamoró completamente de su belleza única. La pasión de Maritza por la música va más allá del instrumento en sí, siente la necesidad de acercar su música a personas de todas las edades. Se dio cuenta de que la música puede hacer que se sientan empoderados para perseguir su propio destino. También cree que la música puede sanar y tocar sus corazones, además de hacer sonreír en sus rostros.
Maritza asistió al Conservatorio de Música de Puerto Rico donde se graduó con una Licenciatura en Música, con especialización en Interpretación de Violín y estudios de Educación Musical. Ha actuado con diferentes orquestas y conjuntos desde los quince años, entre ellos, la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, Orquesta San Juan Pops, Orquesta Arturo Somohano, Orquesta de Cámara Padre Soler, Orquesta de Cámara del Conservatorio, Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música, espacios privados, bodas. y organizaciones. Tiene formación clásica pero le apasionan los diferentes sonidos y ritmos que ofrece la música y le encanta incorporar su violín a ellos. Esto incluye pop, salsa, jazz latino, rock y muchos más. Maritza también ha colaborado en múltiples sesiones de grabación y álbumes a lo largo de los años.
Habiendo iniciado su viaje musical en San Juan, Puerto Rico, su amor por la música la ha llevado por diferentes ciudades de Estados Unidos incluyendo Luisiana, Texas y Florida y las islas caribeñas de Saint Thomas y Aruba. Se mudó a Los Ángeles en 2015 con su familia para seguir su pasión por la música y darle a su hija Nicole la oportunidad de desarrollarse aún más como joven artista, cantautora y actriz en la ciudad de Los Ángeles.
Además de actuar, la pasión de Maritza por la música también la ha transmitido a sus alumnos a través de sus clases de violín, violonchelo y piano. Ella cree que cualquiera puede aprender, a cualquier edad, y cree que la música contribuye en gran medida al desarrollo infantil temprano, porque exige disciplina y una mentalidad que puede hacer que otros intereses sean más factibles.